lunes, 13 de abril de 2020

*ENSAYO BREVE SOBRE LA PSICOLOGÍA, Y NUESTRO PRIMER PACIENTE. 


La experiencia de atender un paciente por primera vez no se ha de olvidar nunca más, ni mucho menos la sensación con la que uno queda al finalizar mutuamente el tratamiento terapéutico, debes estar al tanto de que te tocarán pacientes de toda categoría, casos simples y casos muy complejos, quizás en algunas instancias no haya satisfacción, quizás haya otras sensaciones, como preocupación, nervios u otros; pero debes estar seguro de que siempre será tranquilidad y sensación de logro una vez que se haya finalizado cada terapia psicológica, aunque insisto, son sólo impresiones y especulaciones, la verdadera Psicología siempre se comprueba en el mundo abierto, en el vasto campo de las distintas instituciones, consultas privadas, centros especializados, públicos o privados.
            Para ilustrar mejor, te comento sobre mi primera experiencia: en un comienzo tenía entendido que iba a atender a un niño, niña o adolescente, me había hecho la idea de aquello, pero luego me comentaron que por flujo de pacientes existía la posibilidad de atender a alguien mayor, nunca tuve problema con aquello, ya que siempre me sentí receptivo para cualquier tipo de caso que me fuese a llegar. De eso se trata ser un profesional de la salud, de estar siempre en la incógnita de cuál será el caso o quién será la persona que a uno le puede deparar, uno nunca sabe qué tipo de paciente nos puede llegar y uno debe estar preparado para afrontarlo todo. Uno no puede quedarse atrás, debe ir al margen del paciente, debemos ser sus mentores y sus guías en el camino para hallar la luz o encontrar su propia estrella, que le sacará de un camino de sombras, confusiones u oscuridad.
            Comentando otras cosas diferentes, me surge la intención de escribir que siempre he sentido especial atracción hacia la literatura de toda clase, y mi experiencia desde que he entrado en psicología ha sido muy similar a lo que siempre he hecho, buscar y explorar dentro de los libros y de las teorías que tratan de definir el mundo, siempre he sido una persona con muchas curiosidades, siempre he querido ir más allá y desde la temprana infancia siempre me gustó la investigación, la especulación y los desafíos mentales; en este caso, con la Psicología no me he quedado atrás, año tras año me he sentido más y más interesado por el universo que entrega y cada vez más le pido a lo desconocido tener constante tiempo y espacio para poder estudiar más teorías, más definiciones, más autores, siento que uno se vuelve en un verdadero profesional cuando dedica una buena parte de su vida al trasfondo de su dedicación. Sobre esta premisa, debo decir que utilizar las terapias narrativas me pareció una muy buena estrategia para guiar el caso en cuestión, venía hace un tiempo escuchando sobre tales, conozco un par de psicólogos cercanos que las aplican en sus terapias, más, nunca había profundizado en ellas ni mucho menos me había servido de las mismas para algún caso clínico, me llama bastante la atención que las cosas hayan confabulado para hacer uso de esta terapia en lo que sería mi primer caso de atender a un paciente. Siento que la aparición de esta corriente terapéutica es muy útil para los diversos cambios y flujos que existen en nuestra contemporaneidad. Estamos en un mundo cambiante, en donde simplemente vivimos, no tratamos de comprender lo que hay más allá o “más abajo” o “más arriba” de las cosas aparentes, el comprender los esquemas ideológicos que rigen el mundo es comprender los sistemas de significado que rigen la existencia racional del ser humano, sin duda que hay mucho de filosofía en aquellas nociones. La antropología se guía por la filosofía y la estudia en un cierto grado, al igual que la sociología, las terapias narrativas están inspiradas por un importante sustento antropológico (White era trabajador social, Epston antropólogo). También pienso que todo psicólogo debe saber un tanto de antropología, sociología, trabajo social y filosofía, siento que estas ramas se complementan y que hay que conocer por lo mínimo el corpus de cada una de ellas, especialmente para poder llevar a cabo una terapia que desee cambiar el sistema de significados en torno a un tema -a una problemática dominante en este caso -, uno no debe dejarse guiar por una sola doctrina o ciencia, siempre hay que poseer un panorama general sobre las concepciones del mundo, uno puede especializarse en una de esas profesiones (o en más de una, esto queda a gusto del profesional), pero sin duda que no todo se queda en la Psicología, hay que ir más allá. Sin aquellas ciencias es imposible comprender o entrar en las necesarias contemplaciones para observar la vida y sus múltiples manifestaciones.
            La experiencia con la paciente - que ahora llamaremos Marcia para proteger su identidad - fue muy grata, pero estoy al tanto de que pueden llegar casos más complejos como dije anteriormente, que requieran sintomatologías específicas, identificación de psicopatologías determinadas o etc. También es necesario que todo profesional se autoevalúe, que estudie, que se someta a sus propios métodos, que se autoanalice, que comprenda el funcionamiento de su ser; un verdadero maestro es un guía porque ha sabido conocerse así mismo, y lo más importante: ha sabido dominarse así mismo.
            Una persona se encuentra realmente capacitada para guiar a otras cuando él/ella mismo/a ha encontrado las claves que rigen el mundo, y ha utilizado esas llaves para abrir las puertas del conocimiento, del conocimiento científico y del conocimiento experiencial. Quiero quedarme con esta palabra, la “experiencia”, ya que es por medio de la misma que podemos vivenciar los hechos, para aprender a diferenciar lo que es real de lo que es ilusorio. Uno no debe dejarse envolver con la ilusión aparente de las cosas, no podemos quedarnos con la primera impresión, eso sería cometer una falta muy grave, el ser humano es un ser profundo, holístico, con diferentes dimensiones que le constituyen, con diferentes disposiciones a determinadas estructuras psíquicas, pensamientos y perspectivas que son dignas de ser conocidas, antes de poder ejercer siquiera una opinión.
            Con Marcia nunca dejé de sorprenderme, escribí muchas cosas a lo largo del informe que confirman esta noción, todo lo escrito a lo largo de estas hojas es gracias a ella, gracias a su mundo lleno de matices. El hecho de que hayamos alcanzado los objetivos terapéuticos fue muy gratificante para ambos, y la palabra co-construcción ha sido fundamental para llegar a todos los resultados y metas, todo fue una constante colaboración de parte de ambos, pero siempre manteniendo a Marcia como la protagonista de su terapia. Destaco esta noción dentro de lo que significa hacer algo “realmente terapéutico”, siento que la persona que acude al psicólogo es porque realmente necesita ser escuchada y atendida, por ello, uno no debe hablar más de lo justo y necesario - ya sea de lo técnico como de lo que corresponde dentro de la empatía y la alianza terapéutica - uno no debe opacar al paciente, al contrario, debe escucharle atentamente, lo que es también un signo de respeto y dignificación por el otro; es muy importante no distraerse cuando nos narran sus historias, esta es una capacidad que debe entrenarse a como dé lugar, y hay que aprender a anotar lo justo y necesario en la libreta y dejar todo lo demás para ser almacenado por la memoria. Los manuales comentan que uno debe siempre tener una postura neutral objetiva y lo apoyo, pero hay momentos en que la empatía debe ir un poco más allá, debemos sentir las vivencias que nos relatan, pero con cuidado de no absorber sólo lo negativo, hay que aprender a manejar estas acciones sutiles y sólo la experiencia podrá realizarlo. Si no nos colocamos realmente en la posición en que debemos estar, si no nos tomamos muy en serio lo que significa la comunicación y la unión, pronto, en un futuro no muy lejano, el advenimiento de la inteligencia artificial inducirá a que una máquina pueda realizar nuestro trabajo, ¡¡no debemos dejar de ser humanos!!
            Las clases de taller, las disertaciones y las retroalimentaciones son muy útiles para poder ver lo que hacen los compañeros, para ver como ellos proceden también, ese sistema es ideal para ejercitar el oído, la observación, la comprensión, el análisis crítico, el análisis emocional y las relaciones interpersonales entre colegas. Siempre siento que a veces, entre compañeros, falta que apliquemos los principios que tanto buscamos entre nosotros, las relaciones sociales son superficiales y mayoritariamente distantes, a veces frías, a veces no existe un saludo ni una despedida, estas son cosas que deben trabajarse y que generan contradicciones con el ideal de profesional que aspiramos a ser.
            Los psicólogos buscamos el mejoramiento de la raza humana por medio de la identificación de patrones desadaptativos o desbalanceados de los sistemas establecidos de orden, pero también debemos estar conscientes que el caos es parte de la vida y que incluso, del caos nace la vida, del caos nace el orden natural, esto lo sabe la física, la astronomía y la astrofísica. Los psicólogos buscamos resurgir la pulsión de vida en todas las personas, nos preparamos para hacer elevar las virtudes y las herramientas más recónditas de las personas, esas que se han perdido en el vacío, pero de todo vacío surge una luz que nos muestra el camino, que debe encontrarse y trabajarse conscientemente y que nos induce a crecer como individuos, pudiendo ser así un aporte para nosotros mismos, tanto como para la sociedad y la humanidad.
            Por citar un ejemplo, mientras que la depresión crece y crece, aún no queremos abrir los ojos y ver el porqué de su origen, ya para el 2020 será la segunda causa mundial más grande que “provoca menoscabo en la especie humana” y ya por algunos autores es considerada como una epidemia, semejante a un resfrío, que puede ser “contagiosa” y dichas acepciones no están muy lejanas de lo verídico, es muy cierto que cuando nos rodeamos de personas negativas se nos tiende a “adherir” dicha negatividad (sólo si es que no sabemos cómo manejar las distintas fuerzas que rigen una conversación o una relación de cercanía o trabajo). Debemos estar conscientes que en el universo no todo es “psiquis”, existe algo más allá, algo que moviliza al cuerpo y al ser cognoscente, inferir que todo se reduce a selección natural es propio de un postulado muy básico, las ciencias aún no han llegado tan lejos como para comprender las hazañas del espíritu, aún la ciencia es muy joven como para descubrir ciertas realidades desapercibidas para la comprensión humana, aún la ciencia puede ser muy ingenua al reflexionar que un bisturí, un microscopio o un fármaco son “el Elixir de la Vida” o el “Cáliz que nutre la Vida”. Pero por mientras, sin ser ambiciosos ni caer en premisas de índole idealista, debemos centrarnos en el estudio de la psiquis para descifrar el comportamiento del hombre y la mujer, y los distintos fenómenos que rigen las sociedades, las naciones, los países, a lo largo de las épocas, a lo largo de los milenios y la Psicología, es un instrumento a nuestra disponibilidad. Quizás los descubrimientos hasta la fecha no conviertan aún al Plomo en Oro, pero sin duda que han despejado el camino y han trazado una vía para recorrer dentro de la vasta jungla de la evolución.
            Sin afán de convertir esto en un ensayo hermenéutico o teórico, y volviendo al motivo que me corresponde, deseo señalar que estoy muy feliz por todo lo que logramos con mi paciente, me ha reconfortado mucho observar sus avances, la brillantez en sus ojos en las últimas sesiones y lo empoderada que ella se veía y se sentía ya al finalizar la última sesión. Pero hay que mantenerse a raya, como dijo la profesora de la asignatura "taller clínico I" en una última retroalimentación, “hay probabilidades de que ella no rompa fácilmente las pautas de la dependencia que la guían” y me parece muy acertado, no hay que descartar que quizás muchas de sus actitudes son producto de una dependencia emocional a personas específicas y que quizás se ha dejado llevar por pensamientos y/o emociones similares, que la han movilizado a decir las cosas que dijo o a hacer las cosas que hizo. Y volviendo a la premisa que he tocado en este ensayo, cada persona es un mundo complejo y no se puede esperar que sólo en nueve sesiones se pueda conocer a una persona completamente, sólo conoceremos sus facetas predominantes, porque existe un lado inconsciente y subconsciente que rigen la conciencia, la razón y la voluntad, no hay que dar todo por sentado y siempre hay que dudar, hay que mantenerse firmes.
            La Psicología es muy atractiva, queda muy poco tiempo para que entres completamente a su mundo, a la cueva del “país de las maravillas” y en lo personal, te comento que hay que hacerlo con mucho respeto y devoción, cuando uno hace las cosas de esa manera, puede recibir mucho, desde fuentes inimaginables e invisibles. Nunca hay que olvidar que no todo lo que aparenta ser de una forma es así en el fondo, así lo decían los antiguos axiomas hace cientos y cientos de años atrás, hay leyes y principios que rigen las cosas, las actividades y los fenómenos universales que la mente humana ni siquiera puede aún descifrar, pero que, con la debida humildad y práctica, podríamos observar, ingresar nuestra vista hacia aquellas comprensiones y entender un poco más de los funcionamientos que rigen las fuerzas de la existencia es un ideal que no debemos jamás abandonar.
            ¡Agradezco por todas las experiencias aprendidas a lo largo de mi profesión hasta hoy en día y estoy seguro que en los próximos años serán excelentes las que están por venir!


F.D.L.


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