*ENSAYO BREVE SOBRE LA PSICOLOGÍA, Y NUESTRO PRIMER PACIENTE.
La experiencia de atender un paciente por primera
vez no se ha de olvidar nunca más, ni mucho menos la sensación con la que uno queda al finalizar mutuamente el tratamiento terapéutico, debes estar al tanto de
que te tocarán pacientes de toda categoría, casos simples y casos muy complejos,
quizás en algunas instancias no haya satisfacción, quizás haya otras
sensaciones, como preocupación, nervios u otros; pero debes estar seguro de que
siempre será tranquilidad y sensación de logro una vez que se haya finalizado
cada terapia psicológica, aunque insisto, son sólo impresiones y
especulaciones, la verdadera Psicología siempre se comprueba en el mundo abierto, en
el vasto campo de las distintas instituciones, consultas privadas, centros
especializados, públicos o privados.
Para ilustrar mejor, te comento sobre mi primera experiencia: en
un comienzo tenía entendido que iba a atender a un niño, niña o adolescente, me
había hecho la idea de aquello, pero luego me comentaron que por flujo de
pacientes existía la posibilidad de atender a alguien mayor, nunca tuve
problema con aquello, ya que siempre me sentí receptivo para cualquier tipo de
caso que me fuese a llegar. De eso se trata ser un profesional de la salud, de
estar siempre en la incógnita de cuál será el caso o quién será la persona que
a uno le puede deparar, uno nunca sabe qué tipo de paciente nos puede llegar y
uno debe estar preparado para afrontarlo todo. Uno no puede quedarse atrás,
debe ir al margen del paciente, debemos ser sus mentores y sus guías en el
camino para hallar la luz o encontrar su propia estrella, que le sacará de un
camino de sombras, confusiones u oscuridad.
Comentando
otras cosas diferentes, me surge la intención de escribir que siempre he
sentido especial atracción hacia la literatura de toda clase, y mi experiencia
desde que he entrado en psicología ha sido muy similar a lo que siempre he
hecho, buscar y explorar dentro de los libros y de las teorías que tratan de
definir el mundo, siempre he sido una persona con muchas curiosidades, siempre
he querido ir más allá y desde la temprana infancia siempre me gustó la
investigación, la especulación y los desafíos mentales; en este caso, con la
Psicología no me he quedado atrás, año tras año me he sentido más y más
interesado por el universo que entrega y cada vez más le pido a lo desconocido
tener constante tiempo y espacio para poder estudiar más teorías, más
definiciones, más autores, siento que uno se vuelve en un verdadero profesional
cuando dedica una buena parte de su vida al trasfondo de su dedicación. Sobre
esta premisa, debo decir que utilizar las terapias narrativas me pareció una
muy buena estrategia para guiar el caso en cuestión, venía hace un tiempo
escuchando sobre tales, conozco un par de psicólogos cercanos que las aplican
en sus terapias, más, nunca había profundizado en ellas ni mucho menos me había
servido de las mismas para algún caso clínico, me llama bastante la atención
que las cosas hayan confabulado para hacer uso de esta terapia en lo que sería
mi primer caso de atender a un paciente. Siento que la aparición de esta
corriente terapéutica es muy útil para los diversos cambios y flujos que
existen en nuestra contemporaneidad. Estamos en un mundo cambiante, en donde
simplemente vivimos, no tratamos de comprender lo que hay más allá o “más
abajo” o “más arriba” de las cosas aparentes, el comprender los esquemas
ideológicos que rigen el mundo es comprender los sistemas de significado que
rigen la existencia racional del ser humano, sin duda que hay mucho de
filosofía en aquellas nociones. La antropología se guía por la filosofía y la
estudia en un cierto grado, al igual que la sociología, las terapias narrativas
están inspiradas por un importante sustento antropológico (White era trabajador
social, Epston antropólogo). También pienso que todo psicólogo debe saber un
tanto de antropología, sociología, trabajo social y filosofía, siento que estas
ramas se complementan y que hay que conocer por lo mínimo el corpus de cada una
de ellas, especialmente para poder llevar a cabo una terapia que desee cambiar
el sistema de significados en torno a un tema -a una problemática dominante en
este caso -, uno no debe dejarse guiar por una sola doctrina o ciencia, siempre
hay que poseer un panorama general sobre las concepciones del mundo, uno puede
especializarse en una de esas profesiones (o en más de una, esto queda a gusto
del profesional), pero sin duda que no todo se queda en la Psicología, hay que
ir más allá. Sin aquellas ciencias es imposible comprender o entrar en las
necesarias contemplaciones para observar la vida y sus múltiples
manifestaciones.
La
experiencia con la paciente - que ahora llamaremos Marcia para proteger su identidad - fue muy grata, pero estoy al tanto de que
pueden llegar casos más complejos como dije anteriormente, que requieran
sintomatologías específicas, identificación de psicopatologías determinadas o
etc. También es necesario que todo profesional se autoevalúe, que estudie, que
se someta a sus propios métodos, que se autoanalice, que comprenda el
funcionamiento de su ser; un verdadero maestro es un guía porque ha sabido
conocerse así mismo, y lo más importante: ha sabido dominarse así mismo.
Una
persona se encuentra realmente capacitada para guiar a otras cuando él/ella
mismo/a ha encontrado las claves que rigen el mundo, y ha utilizado esas llaves
para abrir las puertas del conocimiento, del conocimiento científico y del
conocimiento experiencial. Quiero quedarme con esta palabra, la “experiencia”, ya
que es por medio de la misma que podemos vivenciar los hechos, para aprender a
diferenciar lo que es real de lo que es ilusorio. Uno no debe dejarse envolver
con la ilusión aparente de las cosas, no podemos quedarnos con la primera
impresión, eso sería cometer una falta muy grave, el ser humano es un ser
profundo, holístico, con diferentes dimensiones que le constituyen, con
diferentes disposiciones a determinadas estructuras psíquicas, pensamientos y
perspectivas que son dignas de ser conocidas, antes de poder ejercer siquiera
una opinión.
Con
Marcia nunca dejé de sorprenderme, escribí muchas cosas a lo largo del informe
que confirman esta noción, todo lo escrito a lo largo de estas hojas es gracias
a ella, gracias a su mundo lleno de matices. El hecho de que hayamos alcanzado
los objetivos terapéuticos fue muy gratificante para ambos, y la palabra
co-construcción ha sido fundamental para llegar a todos los resultados y metas,
todo fue una constante colaboración de parte de ambos, pero siempre manteniendo
a Marcia como la protagonista de su terapia. Destaco esta noción dentro de lo
que significa hacer algo “realmente terapéutico”, siento que la persona que
acude al psicólogo es porque realmente necesita ser escuchada y atendida, por
ello, uno no debe hablar más de lo justo y necesario - ya sea de lo técnico
como de lo que corresponde dentro de la empatía y la alianza terapéutica - uno
no debe opacar al paciente, al contrario, debe escucharle atentamente, lo que
es también un signo de respeto y dignificación por el otro; es muy importante
no distraerse cuando nos narran sus historias, esta es una capacidad que debe
entrenarse a como dé lugar, y hay que aprender a anotar lo justo y necesario en
la libreta y dejar todo lo demás para ser almacenado por la memoria. Los
manuales comentan que uno debe siempre tener una postura neutral objetiva y lo
apoyo, pero hay momentos en que la empatía debe ir un poco más allá, debemos
sentir las vivencias que nos relatan, pero con cuidado de no absorber sólo lo
negativo, hay que aprender a manejar estas acciones sutiles y sólo la
experiencia podrá realizarlo. Si no nos colocamos realmente en la posición en
que debemos estar, si no nos tomamos muy en serio lo que significa la
comunicación y la unión, pronto, en un futuro no muy lejano, el advenimiento de
la inteligencia artificial inducirá a que una máquina pueda realizar nuestro
trabajo, ¡¡no debemos dejar de ser humanos!!
Las
clases de taller, las disertaciones y las retroalimentaciones son muy útiles
para poder ver lo que hacen los compañeros, para ver como ellos proceden
también, ese sistema es ideal para ejercitar el oído, la observación, la
comprensión, el análisis crítico, el análisis emocional y las relaciones
interpersonales entre colegas. Siempre siento que a veces, entre compañeros,
falta que apliquemos los principios que tanto buscamos entre nosotros, las
relaciones sociales son superficiales y mayoritariamente distantes, a veces
frías, a veces no existe un saludo ni una despedida, estas son cosas que deben
trabajarse y que generan contradicciones con el ideal de profesional que
aspiramos a ser.
Los
psicólogos buscamos el mejoramiento de la raza humana por medio de la
identificación de patrones desadaptativos o desbalanceados de los sistemas establecidos
de orden, pero también debemos estar conscientes que el caos es parte de la
vida y que incluso, del caos nace la vida, del caos nace el orden natural, esto
lo sabe la física, la astronomía y la astrofísica. Los psicólogos buscamos
resurgir la pulsión de vida en todas las personas, nos preparamos para hacer elevar
las virtudes y las herramientas más recónditas de las personas, esas que se han
perdido en el vacío, pero de todo vacío surge una luz que nos muestra el camino,
que debe encontrarse y trabajarse conscientemente y que nos induce a crecer
como individuos, pudiendo ser así un aporte para nosotros mismos, tanto como
para la sociedad y la humanidad.
Por
citar un ejemplo, mientras que la depresión crece y crece, aún no queremos
abrir los ojos y ver el porqué de su origen, ya para el 2020 será la segunda
causa mundial más grande que “provoca menoscabo en la especie humana” y ya por
algunos autores es considerada como una epidemia, semejante a un resfrío, que
puede ser “contagiosa” y dichas acepciones no están muy lejanas de lo verídico,
es muy cierto que cuando nos rodeamos de personas negativas se nos tiende a “adherir”
dicha negatividad (sólo si es que no sabemos cómo manejar las distintas fuerzas
que rigen una conversación o una relación de cercanía o trabajo). Debemos estar
conscientes que en el universo no todo es “psiquis”, existe algo más allá, algo
que moviliza al cuerpo y al ser cognoscente, inferir que todo se reduce a
selección natural es propio de un postulado muy básico, las ciencias aún no han
llegado tan lejos como para comprender las hazañas del espíritu, aún la ciencia
es muy joven como para descubrir ciertas realidades desapercibidas para la
comprensión humana, aún la ciencia puede ser muy ingenua al reflexionar que un
bisturí, un microscopio o un fármaco son “el Elixir de la Vida” o el “Cáliz que
nutre la Vida”. Pero por mientras, sin ser ambiciosos ni caer en premisas de
índole idealista, debemos centrarnos en el estudio de la psiquis para descifrar
el comportamiento del hombre y la mujer, y los distintos fenómenos que rigen
las sociedades, las naciones, los países, a lo largo de las épocas, a lo largo
de los milenios y la Psicología, es un instrumento a nuestra disponibilidad.
Quizás los descubrimientos hasta la fecha no conviertan aún al Plomo en Oro,
pero sin duda que han despejado el camino y han trazado una vía para recorrer
dentro de la vasta jungla de la evolución.
Sin
afán de convertir esto en un ensayo hermenéutico o teórico, y volviendo al
motivo que me corresponde, deseo señalar que estoy muy feliz por todo lo que
logramos con mi paciente, me ha reconfortado mucho observar sus avances, la
brillantez en sus ojos en las últimas sesiones y lo empoderada que ella se veía
y se sentía ya al finalizar la última sesión. Pero hay que mantenerse a raya,
como dijo la profesora de la asignatura "taller clínico I" en una última retroalimentación, “hay
probabilidades de que ella no rompa fácilmente las pautas de la dependencia que
la guían” y me parece muy acertado, no hay que descartar que quizás muchas de
sus actitudes son producto de una dependencia emocional a personas específicas
y que quizás se ha dejado llevar por pensamientos y/o emociones similares, que
la han movilizado a decir las cosas que dijo o a hacer las cosas que hizo. Y
volviendo a la premisa que he tocado en este ensayo, cada persona es un mundo
complejo y no se puede esperar que sólo en nueve sesiones se pueda conocer a
una persona completamente, sólo conoceremos sus facetas predominantes, porque
existe un lado inconsciente y subconsciente que rigen la conciencia, la razón y
la voluntad, no hay que dar todo por sentado y siempre hay que dudar, hay que
mantenerse firmes.
La
Psicología es muy atractiva, queda muy poco tiempo para que entres completamente a
su mundo, a la cueva del “país de las maravillas” y en lo personal, te comento que hay que hacerlo con
mucho respeto y devoción, cuando uno hace las cosas de esa manera, puede
recibir mucho, desde fuentes inimaginables e invisibles. Nunca hay que olvidar
que no todo lo que aparenta ser de una forma es así en el fondo, así lo decían
los antiguos axiomas hace cientos y cientos de años atrás, hay leyes y
principios que rigen las cosas, las actividades y los fenómenos universales que
la mente humana ni siquiera puede aún descifrar, pero que, con la debida
humildad y práctica, podríamos observar, ingresar nuestra vista hacia aquellas
comprensiones y entender un poco más de los funcionamientos que rigen las
fuerzas de la existencia es un ideal que no debemos jamás abandonar.
¡Agradezco
por todas las experiencias aprendidas a lo largo de mi profesión hasta hoy en día
y estoy seguro que en los próximos años serán excelentes las que están por venir!
F.D.L.